Definitivamente sí. Es lo más habitual entre los ingenieros e ingenieros técnicos industriales.
En los muchos años que llevamos preparando, no hemos observado que opositar y trabajar a la vez sea una desventaja. Es cierto que podría pensarse que un opositor a tiempo completo tendrá más tiempo. Eso es cierto, pero también es cierto que los opositores que trabajan tienen conocimientos en general de parte del temario y una visión más práctica de los temas que los recién titulados. Otra cuestión es el opositor que por algún motivo no esté trabajando pero lo haya hecho en los últimos años.
Lo que sí es determinante es la capacidad de estudio. Todos sabemos que cada persona necesitar diferente tiempo para un mismo temario. Por otra parte en las oposiciones hay una fase de adaptación, no solo por volver a estudiar quizás después de varios años sino porque es un estudio diferente al que solemos hacer en nuestra carrera.
Un opositor que trabaje a la vez tiene que sacar 2-3 horas entre semana y 20-30 horas el fin de semana como norma general, lo que es un sacrificio importante. El entorno (familia, amigos) debe apoyarnos en esta empresa. Pero se puede, de hecho la mayoría de nuestros opositores que han sacado plaza estaban trabajando (de ahí que cuando era presencial las clases eran los fines de semana).
Nuestro consejo es no dejar de trabajar, salvo que ya muy avanzado pensemos que esas horas puedan ser decisivas (por ejemplo aprobar el primer examen y dedicarse a tope al tercero). En ocasiones además las convocatorias y los exámenes se retrasan y nos dan tiempo adicional.
Hay que pensar que la tasa de abandono en la preparación es muy elevada en los primeros bloques, muchas veces el opositor o no le gusta la oposición o ve que no avanza. De hecho nosotros recomendamos usar el simulacro de fin de bloque como medida de si tiene sentido seguir con el siguiente bloque o no.
En conclusión, si estás trabajando, lo primero es valorar el número de plazas y nuestras fortalezas. Si nos decidimos, apretar a tope con el primer bloque y ver como va. Si vamos bien, seguir así, salvo en su caso muy al final ya con la oposición convocada, y valorar entonces si merece la pena arriesgarnos a dejar el trabajo. Pero de primeras, no lo vemos necesario.
Nuestra preparación para el primer examen en el caso de opositores que están trabajando sabemos que se puede seguir dado el gran número de opositores que ya lo han hecho con éxito en los 12-14 meses que dura el curso, y es entonces el momento de tomar otras decisiones.