La duda está entre la Administración General del Estado, las administraciones de las Comunidades Autónomas y los Entes Locales (Diputaciones y Ayuntamientos).
La Administración General del Estado tiene un ritmo de oferta de plazas y exámenes muy regular. El número de plazas últimamente es importante. La única desventaja es que si queremos terminar residiendo fuera de Madrid es complicado concursar a plazas siendo funcionario del Estado, pero es posible.
Por contra, si opositamos a una Comunidad Autónoma donde esté nuestro destino preferente es relativamente fácil en pocos años ubicarnos en la provincia que queremos. Al contrario es complicado movernos a otras Comunidades Autónomas o al Estado aunque cada vez hay más plazas «abiertas» a funcionarios de otras administraciones que nos permitirían ese tipo de traslados.
Finalmente los entes locales son los más complicados para cambiar de residencia. En general tienen mejores complementos retributivos y menos incompatibilidades. Quizás la mayor desventaja es que las plazas son muy escasas y cuando se convocan es complicado superar las pruebas por falta de preparadores, temarios y por la propia organización de los procesos que suelen ser de estabilización.